
El aborto en el Perú es una problemática que trae consigo polémica y divide la opinión pública en posturas polarizadas. Aquellos que están a favor sostienen que la mujer tiene el derecho a hacer con su cuerpo lo que mejor les convenga. Sin embargo, las consecuencias de dicha práctica viene sujeta a consecuencias fatídicas y hasta mortales, hecho que lo convierte en un acto de maldad hacia el prójimo y hacia uno mismo. Éste tiene consecuencias físicas como psicológicas que se pueden presentar a lo largo de la vida, algunos de los efectos que se presentan con más frecuencia son; el trastorno de ansiedad, insomnio, sentimiento de culpa, impulsos suicidas, entre muchos otros. Sin embargo la madre no es la única que podría padecer de efectos secundarios, sino también el padre y el entorno. En base a esta información es importante reconocer que la vida y la salud deben ser defendidos a toda costa.
La educación sexual temprana, en los centros de estudio y en casa, ayudaran a entender desde pequeños que el embarazo es una vida la cual no debe ser violentada bajo ninguna circunstancia, es de total importancia generar la prevención y esta proviene del resultado de una adecuada educación sexual, impartida por los padres, colegios así como las entes tutelares. No se le presta la debida importancia a esta problemática social, está demás decir que la sociedad y los núcleos familiares deben ser los pilares para prevenir un embarazo no deseado.
Los valores de una persona se aprenden desde casa. Dado esto hay que saber discernir entre el bien y el mal, está claro que detener un embarazo es sinónimo de crimen, cabe mencionar que el fruto de la concepción durante su formación establece el sistema nervioso y su corazón comienza a latir, el cual seguirá así hasta el día de su muerte. Asimismo una muerte deja en la mente de una persona bien educada fuertes secuelas psicológicas. Por lo tanto rompe con cualquier ética previsto.
El aborto no debe ser legalizado debido a que el feto es un ser diferente de los progenitores, lleva su ADN pero no les da ningún derecho de detener su formación, de otro modo sería un delito que podría ser considerado filicidio. Por ende, el estado lo protege como un ser fuera de la madre. Como está indicado en el ART. 143 del código penal peruano, “El aborto es la muerte del producto de la concepción y su expulsión del organismo materno en cualquier etapa de su desarrollo pre-natal. Quien provoque aborto será sancionado con la pena de uno a tres años de prisión.” Para evitar un embarazo no deseado, la entrega de pastillas anticonceptivas, podría ser una solución; con la información conveniente. Además, píldoras del día siguiente y preservativos gratuitos en todos los centros de salud, acompañado de instrucción para su uso. Así como también mayores campañas de prevención, educación sobre las ventajas y desventajas de un embarazo.
En síntesis, el concebido es un ser no nacido pero vivo, por lo cual se le debe otorgar todo el peso de la ley a quien atente contra su formación. No obstante es indispensable hacer una llamado a las autoridades para que promuevan una mejor planificación familiar y educación sobre el embarazo y sus riesgos.
¡DÉJAME VIVIR!

Por: Belen Cartagena Tovar
